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miércoles, 22 de abril de 2015

Vivir de la Traducción (2)

Por Alicia Martorell

Esa traductora despedida hace dos años de una agencia en la que trabajó durante seis. Al principio le pareció el fin del mundo, acostumbrada a saber que la nómina llegaría todos los meses. Y con dos niños… Ahora poco a poco empieza a ver la luz. Como traductora autónoma ya factura casi lo mismo que ganaba antes y le va encontrando el tranquillo a eso de buscar clientes. La inseguridad le sigue pareciendo muy dura, pero cree que acabará recuperando su nivel de ingresos de antes. Eso sí, cuando pasa una semana sin que entre ningún encargo la comen las pesadillas.
Esa traductora casada con un profesor de secundaria. Traduce para laboratorios médicos y gana de media más o menos como él. Como no tienen hijos y ya queda poco de hipoteca viven con bastante holgura.
Ese traductor que vive solo y traduce libros, sobre todo ciencia ficción y fantasía. Se independizó hace tres años y alquila una casa en un pueblo pequeño, a una hora y media de Madrid. Con la crisis, parece que hay menos trabajo. De momento se va arreglando porque no tiene muchas necesidades y le gusta tener tiempo libre pero le han ofrecido trabajo en una agencia y se lo está pensando.
Esa traductora especializada en traducción financiera: trabaja para bancos y fondos de inversión. Su hijo ha terminado económicas y está haciendo un máster en Estados Unidos. Es un esfuerzo económico importante, pero parece que con la crisis los bancos traducen más. Ahora empieza a pensar en la jubilación. Quizá venda el piso de Barcelona y se compre una casa de campo.
Ese traductor que trabaja para una empresa de localización. Lleva allí tres años y es un poco más que mileurista. Como tiene que pagar la hipoteca, completa su sueldo con la traducción de libros de informática para una editorial.
Ese traductor que se marchó a Londres a la aventura porque en España no conseguía arrancar. Estuvo seis meses sirviendo copas, hasta que se incorporó a la plantilla de una agencia de traducción. Lleva allí un año y medio allí y está contento, pero empieza a pensar en instalarse por su cuenta. Tiene un novio inglés, así que de momento no se plantea volver.
Para todos los traductores que se ganan la vida con esto, que bien se podrían reconocer aquí y allá (porque cualquier parecido con la realidad no es en absoluto pura coincidencia). Para todos los estudiantes de traducción que han oído decir en sus facultades que de esto no se puede vivir y se preguntan desolados si será verdad. Para todos los traductores, los que lo son y los que lo serán. Para todos los que, mejor o peor, con más o menos esfuerzo, han hecho de la traducción un medio de vida.

Vivir de la Traducción (1)

Por Alicia Martorell

Ese traductor que trabaja para una gran agencia. Las tarifas son bajas, pero sale adelante echando muchas horas. Al menos no le falta trabajo como a sus hermanos, que están los dos en el paro. Se fue de casa de sus padres hace un año. Alquila un piso minúsculo, pero al menos no tiene que compartir. Hay meses mejores que otros, pero gana suficiente para irse unos días de vacaciones y salir a cenar de vez en cuando.
Esa traductora que trabaja para organizaciones internacionales. Consigue tarifas bastante buenas, pero casi no tiene un minuto libre. Para compensar, todos los años reserva un mes para un largo viaje. Es consciente de que los años pasan y tendrá que aflojar el ritmo, pero no sabe por dónde empezar. De momento, está buscando una casita para los fines de semana.
Esa traductora que al terminar la carrera se ofreció para colaborar en una asociación de traductores. Empezó ayudando en cosas pequeñas hasta que dio el salto y se presentó para la junta directiva. Al principio no tenía mucho trabajo de traducción y podía compaginarlo todo. Ahora ha cumplido su primer mandato y no se va a presentar de nuevo: traduce ocho horas al día y está esperando un bebé, así que no le va a quedar mucho tiempo libre, pero nunca olvidará lo que ha aprendido en esos cuatro años.
Ese traductor que llegó a España desde Estados Unidos hace veinte años para dar clases de inglés, hasta que un día le llamaron de una revista científica para traducir unos artículos. Durante un tiempo estuvo compaginando las dos cosas pero pronto se dio cuenta de que podía ganar más como traductor que como profesor de idiomas. Ahora lleva más de quince años traduciendo.
Esa traductora sola con un hijo que traduce libros de un idioma un tanto exótico. Hasta ahora se las ha arreglado bien, aunque a veces le cuesta compaginar los horarios. Menos mal que trabaja en casa, porque si hace falta puede alargar la jornada a los fines de semana sin pedir a nadie que se quede con el niño.
Esa traductora que saca adelante su casa y a sus dos hijos pequeños. Su marido es arquitecto y está en el paro desde hace dos años. Tiene muchos clientes directos y trabaja con agencias alemanas, lo que le permite obtener mejores tarifas. Ha tardado seis o siete años en estabilizarse, pero ahora lo ha conseguido. No obstante, la crisis le preocupa: ha perdido algún buen cliente y siente más presión sobre los precios. Está intentando diversificarse, por si acaso, y se ha apuntado a un curso de interpretación.
A pesar de los pesares, todos ellos se ganan la vida traduciendo. Mejor o peor, con más o menos esfuerzo, pero es su trabajo. No es un vicio intelectual para los fines de semana ni sirve para redondear el fin de mes. Es una profesión. Y aunque sufre la crisis como todas las demás, da de comer. Al menos tan bien o tan mal como cualquier otra profesión.

lunes, 13 de abril de 2015

Traducciones Artifex - Página Web

Los invitamos a visitar la recién creada página web de Traducciones Artifex.

www.traduccionesartifex.com.ve

En ella encontrarán toda la información de la empresa, en incluso la posibilidad de solicitar una cotización de manera automática.


lunes, 6 de abril de 2015

Cuando la Traducción es un Arte, no un Trabajo.....

Muchas personas perciben el oficio del traductor como un sencillo trabajo de oficina que puede ser realizado por cualquier persona que haya tenido un mínimo contacto con una lengua ajena a la materna. Y, por un simple ejercicio de honestidad, debo confesar que yo era uno de los más férreos defensores de este mito.

Una vez comencé mi carrera en la Escuela de Idiomas Modernos de la UCV, cada profesor que desfiló frente a mis ojos en las envejecidas aulas de clase se encargó, ladrillo a ladrillo, de desmontar tan descabellada percepción. Descubrí un mundo de interminables conocimientos que moldeaban mi intelecto mucho más allá de unas estructuras gramaticales presentes en un código ajeno a mi lengua materna. En fin, descubrí que el buen traductor no sólo aprende un nuevo idioma, también internaliza un cúmulo infinito de saberes que aderezan los semas inmersos en el nuevo código adquirido. 

Justo en ese momento descubrí que la Traducción es un arte que une culturas, y permite que el artista vuele fuera de su silla de oficina hacia lo más profundo de su intelecto, para así convertirse un invisible escultor de mensajes cargados de conocimientos y rasgos culturales.

Definitivamente, el gusto que se impregna en mi ser al traducir proporciona un sazón diferente al arte disfrazado de trabajo común que desarrollo día a día.

Lic. Javier Gómez   

domingo, 5 de abril de 2015

Conalti - Colegio Nacional de Licenciados en Traducción e Interpretación

A.C. CONALTI (Asociación Civil Colegio Nacional de Licenciados en Traducción e Interpretación) se fundó en 1980 por iniciativa de los primeros egresados de la Escuela de Idiomas Modernos de la Universidad Central de Venezuela. Somos la agrupación profesional de traductores e intérpretes más antigua de Venezuela y pertenecemos a la Fédération Internationale des Traducteurs (FIT).
Misión:
Defender y enaltecer la profesión del traductor y del intérprete, así como el buen uso de la lengua. Contribuir con el mejoramiento de sus miembros y fomentar el avance de la traducción y de la interpretación como actividades profesionales.
Visión:
Ser punto de encuentro de traductores e intérpretes y crear conciencia entre el público en general sobre la importancia del trabajo profesional del traductor y del intérprete, así como su papel en la sociedad.

Tomado de: http://conalti.org/